Federico, de arcilla me he puesto
las dos alas
para fundir mi cráneo con la vid
que señalas
sobre la piel del aura, donde
brillan los muertos
que muestran el camino y nos
mantienen despiertos
Despiertos vibran, en su marcha,
nuestros anhelos:
bandera tricolor, herencia de los
abuelos
que regaron tus vestidos ante la
muralla
donde buitres siniestros dispararon
metralla
Metralla es en estas grietas la sed
del helecho,
el sofoco que mantiene viva la
templanza
y el tormento infinito que sacude
mi lecho
Lecho de espiga que a la pena
otorga el derecho
de hacer brotar la flor entre Dios
y la esperanza
¡Ya viene el poeta con dos tiros en
el pecho!
MDenis©Apesardelasequía2013
Me resulta un buen soneto, amiga. Mucho me ha gustado.
ResponderEliminarAbrazos