domingo, 25 de junio de 2017

De: FLORES PARA EL VIGÍA

Fragmentos 

X

¿Quién iba a decir que aquella luz
era la de tu último día?
El encantamiento saltó en mil pedazos
sobre la vigilia que producen las bengalas.
¿Hacia dónde te llevó el estampido
de la noche de San Juan?
¡La crisálida de la memoria duele tanto!
¿Y tú
dónde lates después de la matanza?


XI
Estás en las manos que golpean
el silencio de los mapas.
En la poesía quisiera regalarte
la armonía de las flores
y abrir el espacio que te faltó en el estertor.
Es importante que acontezcan en mi corazón
las horas que no encontré para salvarte.
Necesito darme la vuelta,
aplastar la pesadilla.


XXIII

El olivo desenfunda su gloria,
apunta a mi corazón para hacerme comprender
que nada hago con desgajar palabras,
que no puedo clonarte en el silencio…
Sin embargo, tu ladrido se mete en mi voz
y acusa al matarife,
y te sigo buscando, compañero que te has ido.

MDenis©Floresparaelvigía2010



2 comentarios:

  1. Me resultan estupendos, amiga. Qué clase de poeta eres!

    Abrazos

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  2. Gracias, querido amigo... Soy la clase de poeta moldeada en los talleres literarios con la arcilla cubana de la década de los 70. Sabes a qué me refiero: sobre todo rigor, crítica y autocrítica y, a veces, también, rabia y lágrimas.

    Un gran abrazo, lleno de gratitud y cariño

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