miércoles, 9 de agosto de 2017

VALLEJO (en Antología y Biblioteca de la AMCL)



LLÁMENME ESPEREGESIA

       (un día que Dios estuvo sano, me enamoré de Vallejo)

yo nací un día que Dios dejó de reír.
fue cuando olvidó al rebaño
mientras canturreaba himnos sordos
y azorado
      contemplaba la gran nube oscura que es el mundo.
nací un día que Dios
prefirió cambiar su nombre
                 y cazaba musarañas para matar el tiempo
mientras intercambiaba bostezos sin reclamo
                                                         y armonías mudas
porque Dios no estaba enfermo
                     ni grave
no estaba porque no era
siquiera la sombra de una ilusión.
porque era sólo la molécula de mi rabia
                                            y mi paz ambigua.
era la soberbia de mi ramo de palabras
que el señor de la sotana blandió sobre mi cabeza
para convertirme en alucinógena.
yo nací un día de buena fe
                           y crisálidas rocosas
de un espejo que vomita mi imagen
                                entre crucifijos y malvas.
Dios no estaba enfermo
                                         ni grave.
Él no estaba ante mis ojos
porque yo no tenía ojos
                                (ni ojos ni aluviones de esperanza)
yo soy Espergesia
es decir
una errata del submundo
a puro grito
en carne viva…

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