Tomado de: LA PRIMERA PIEDRA, ARGENTINA
ANA MARÍA PONCE: LOS TEXTOS
HALLADOS DE UNA DE LAS POETAS DESAPARECIDAS POR LA DICTADURA CÍVICO MILITAR
Escrito por Gustavo Yuste 27 julio, 2017
La dictadura cívico militar no
distinguió a la hora de cubrir todo con horror: artistas, científicos,
políticos, deportistas, estudiantes o adolescentes fueron detenidos,
desaparecidos y asesinados. El caso de Ana María Ponce es uno más de esa
trágica lista, pero la literatura muestra su poder oculto y a través de los
poemas escritos desde la detención ilegal en la ESMA (ahora Espacio Memoria y
Derechos Humanos), es posible hallar una joven poeta, idealista y llena de
futuro, dejando atrás para siempre el silencio y el olvido. Este sábado 29 de
julio a las 17hs, el Museo Sitio de Memoria ESMA ofrece una nueva chance para
reencontrarse con su voz.
Escribir en medio del horror
Ana María Ponce, Loli, como la conocían
sus compañeros, nació en San Luis el 10 de junio de 1952. En su casa se hablaba
de política: su abuelo fue fundador del Partido Laborista y sus padres
profesores universitarios. Se recibió de maestra en la escuela pública, siendo
medalla de oro de su promoción. Continuó su formación en la Universidad de la
Plata. Allí encontró su gran compromiso: la militancia por una sociedad
más justa, que vivió desde las filas de la Juventud Peronista y en la
Federación Universitaria de la Revolución Nacional (FURN). Ahí conoció a quien
mucho más tarde la recordará con cariño: Néstor Kirchner.
Godoberto Luis Fernández, “Lucho”, como
lo conocían sus compañeros, nació en San Nicolás el 27 de enero de 1949. Egresó
del Colegio Nacional de Olavarría y fue a La Plata a estudiar Diseño Industrial
en la Facultad de Bellas Artes. Loli y Lucho se conocieron militando en la
FURN. Se casaron en El Volcán, San Luis, en 1974. Un año después nació su hijo,
Luis Andrés, conocido entre los compañeros como “el Piri”. Cuando la
situación represiva se agudizó dejaron La Plata y se mudaron a Capital Federal.
El 18 de julio de
1977, Loli fue secuestrada y llevada a la ESMA. Fue vista con vida hasta el
lunes de carnaval de 1978. Ese día se la llevaron. Ella intuyó algo y dejó su
tesoro de palabras en papel a su compañera de cautiverio Graciela Daleo, quien
logró sacarlos de la ESMA.
El 11 de enero de 1977 un grupo de
tareas secuestró a Lucho. Poco se sabe sobre su destino, algunas versiones
sostienen que estuvo en la ESMA. Y el 18 de julio de 1977, el día del
cumpleaños del Piri, Loli fue secuestrada y llevada a la ESMA. De ella
se logró saber más por los compañeros sobrevivientes que la conocieron y, sobre
todo, por sus escritos elaborados en la ESMA. Loli fue vista con vida
hasta el lunes de carnaval de 1978. Ese día se la llevaron. Ella intuyó algo y
dejó su tesoro de palabras en papel a su compañera de cautiverio Graciela
Daleo, quien logró sacarlos de la ESMA.
Al leer los poemas de Ponce, una extraña
sensación recorre el cuerpo del lector: el sentir que está leyendo a una poeta
en libertad, que podía convertir un entorno imposible en un lugar colmado de
esperanzas y donde las palabras no cumplen una única función estética o
literaria. En los versos de la joven desaparecida, las palabras son un
pequeño fuego en invierno, un abrazo y una mirada en el momento exacto, un plan
de vida: luchar contra la adversidad, siempre.
“Entonces vuelvo a mirarme /los pies, y están atados; /las manos, /y
están atadas; /el cuerpo, /y está preso; /pero el alma, /ay, el alma, /no
puede quedarse así, /la dejo ir, correr, /buscar lo que aún queda de mi
misma /hacer un mundo con retazos,/ y entonces río, /porque aún puedo
sentirme viva”.
Puede leerse en uno de sus poemas: “Entonces
vuelvo a mirarme,/ los pies, y están atados; /las manos, /y están atadas;
/el cuerpo, /y está preso; /pero el alma, /ay, el alma, /no puede quedarse
así, /la dejo ir, correr, /buscar lo que aún queda de mi misma /hacer un
mundo con retazos,/ y entonces río, /porque aún puedo sentirme
viva”. Ese diálogo constante entre un adentro y un afuera, esa
oposición entre la realidad y el camino de vida elegido, que por más que se
encuentre interrumpido, va a seguir avanzando de alguna forma. Estos
poemas fueron la manera de Ponce de proyectarse al futuro.
Memoria viva: seguir los pasos de Ponce
hoy
¿Qué pueden ofrecer los poemas de Ponce
hoy? Mucho, sólo hay que estar en un estado de disponibilidad para poder
apreciarlos. En primer lugar, estos versos incomodan por su momento
histórico y también por su capacidad de generar una pregunta, un interrogante
que quiebra todo intento totalitario de suprimir las diferencias y las
disidencias. Con un estilo literario de época (el uso del tú, por
ejemplo), lo central no es eso, sino lo que se dice, dejando las formas a un
segundo plano.
En ese sentido, no sería aventurado afirmar que quizás el verdadero
poema sea la actitud, la rebelión de escribir a pesar de todo y de todos, de
querer dejar un plan de vida y lucha en forma de poesía para trascender una
realidad que ya no era la que se había soñado. En vez de la
resignación, la literatura ocupa el hueco en el pecho de Ponce.
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