martes, 28 de noviembre de 2017

De: AL FILO DE LA FE (39) Ed. CASA EOLO, 2011

V             

saísem 
este mundo al revés
deteriorado 
nos mató de un esputo. 
no puedo asumir la clarividencia 
con mi báculo de rosas
ni en la bola de cristal. 
las palabras del ángel 
no fueron suficientes
para sacarme la ceguera 
ni engendrarme otro acto de locura. 
desde que naciste
la gente aprendió a gritar 
para bendecir
o remendar tus heridas. 
en cambio 
desde que vivo 
me salen los puñales de la boca 
y nadie se atreve 
a lavar nuestra sangre.

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