RESUMEN
DE LA VIGILIA EN ÍNDICE ESTRAMBÓTICO
Entre
cánticos y salvas salgo a la calle como simple ciudadano
Con
voracidad la colina se fuma la tarde para evocar la
quimera
Mi voz a media asta levanta sus galeones No agotaré
aquellos
días por la ruta de los designios Saldaré mi deuda
cuando
el camino se destruya Entre la sangre palidecen los
árboles
bajo el cielo que nunca nos vio Alguien desenfunda el
revólver
a favor del verso Debo mutilar esta honra fúnebre para
que
no se aflija la madrugada Prueba la pócima sacramental
proscrita
en la piel si me roban el derecho a la locura La
memoria
tiene paraísos descarnados El pasado engalana una
nueva
huella hacia el después Siento un rayo de luz al chocar
con
el amor He visto de cerca la ceguera Un perro devora mi
cadalso
No hay bálsamo ni suspiro para excavar en el deseo
He
logrado levantarme Cuesta andar con tanta carga En el
grito
soy pasto del buitre El consuelo es poco convincente
Llevo
la puñalada en el miocardio Me urge levantar la última
morada
La poesía comienza con Dios La ausencia ha dicho
todo
También en estado de coma lanzará su veredicto el
diablo
Hoy germina la puesta de sol desde la anarquía en el
eslabón
perdido No suplantaré el ayuno con discursos Entre tu
pecho
y el mío el cadáver dejará de morir Mi herida toca a
rebato
mientras los duendes lloran de pie sobre los clavos Ante
un
manojo de poemas no quiero rendirme Necesito
recomponer
la soberbia La ternura alimenta al corazón cuando
la
colina observa mi pausa Con un verso destrozaré la
maldición
Soy el grano de arena que fustiga la ola Alguien
salvaguarda
las callejas en ausencia de los dioses Necesito
parir
un minotauro Esculpiré el vendaval en medio del toque de
queda
Llegó la hora de estrellarme No podré mascar el
remordimiento
Vale la pena bajarse de la noria La soledad es
la
cumbre donde termina la distancia Me sumerjo en el pueblo
En
un rincón de la voz puedo estrujar la pereza Contaré mis
estigmas
al tacto de la ciudad La ventana abre los ojos
anochecidos
El hollín mancilla el espacio desde este púlpito No
concibo
otro espejismo El tiempo bajo los pies de Dios ante la
inocencia
guarda la culpa en un cajón Navegaré hacia tu
lumbre
envuelta en el seudónimo Recojo el nombre de los
amigos
Mutilo el rayo de sol sin que medie un ápice de cordura
más
allá de la poesía El silencio tiene la palabra.
Barcelona,
2008
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