En los barrios de la oratoria nos
fumamos la noticia
y abotonamos la buena fortuna.
Mientras
Mientras
deambulo tras el espejo
para sacarme el alma del cajón
de los mortales.
Ya no soy la muchacha de los
orgasmos azules
ni me despierno en la bahía
en busca del Ulises
clandestino.
Ya no tengo otra patria
más allá del prohibido
cielo.
MDenis©lágrimaviva
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