Urgen voces
meteóricas
que de cordura
inunden el planeta
y palabras que
acaricien al sueño
en las mieles de la
vida.
Hace falta un canto
de paz:
ese canto que perfore la mordaza
en los latidos del
silencio.
Ese canto debe romper
el ataúd
de las sucias
maniobras.
Tiene que saltar a
las bocas
y conquistar el
universo
porque de lo
contrario
no existirá amanecer
ni rondas férreas de
esperanza.
De lo contrario
seremos maniquíes a
la intemperie
escombros de paraísos
fiscales
pellejos expuestos a
la guillotina…
¡Ese canto de paz!
¡Este canto de paz!
¡El canto!
MDenis©Paz
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