A Rubén
Darío
Desciendes
en cascada por mi risa
anegando la
playa de esta boca
que lanza
al universo con su rima
la eterna
primavera de las horas.
Es azul la alborada de la brisa
con la
tibia dulzura del aroma
que ofrece
el ruiseñor con la caricia
del trino
centenario de tus olas.
Y es que el
cielo sumerges en mi herida
como luz
que resurge de la sombra
para
fecundar mi árida alegría
con versos
que son pétalos de rosa.
mdenis©versosalaire
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