lunes, 28 de enero de 2019

PUBLICADOS EN EL LIBRO: A PESAR DE LA SEQUÍA

NAVEGA MARTÍ EN MI SANGRE DE ISLA

                               "Dos patrias tengo: Cuba y la noche"                                                                                                J.M.


MIS SENCILLOS VERSOS DEL ALMA

                           Apóstol, todo continúa igual…

I   

He querido ser sincera        
con cuanto el poema labra,
pero está el abracadabra
de mi semilla extranjera.

Ya busqué en la senda mía          
no el diamante que enajena
sino la bella colmena
que ansiamos todos un día.

El tiempo es un manantial              
de promesas y mentiras,
dulce clavel y las iras
convertidos en cristal.

Quisiera ser el anverso
de la tierra y de la mar.
A veces quisiera estar
entre la tinta y el verso.              



                                                          
II

Yo quiero cuando reviva
encontrarme entre los buenos
sin artificio y sin frenos,
de la ambición no cautiva.

No debo hallar en mi losa
flores negras entre ruinas.
Mejor dejad las doctrinas
y cantadme alguna glosa.

En consignas y banderas                      
también se encuentra derrota.
Prefiero justa mi bota
ermitaña sin fronteras.

Al mundo voy con dolor,
del mundo vine sin pena,
mas soporto la condena
de un recuerdo sin valor.




III  

No he sido de parte alguna
y en ninguna parte estoy,
simplemente lo que soy
es un átomo de luna.

He visto espuma en el monte;
en el valle, la espesura;
en mis calles, la amargura:   
encadenado horizonte.   

Probé azar, lacra y estrella
en el nido de la noche.
Fui reina y también fantoche,
camastro, placer y huella.                    

Con Caronte va la gente
sin darse cuenta siquiera
que el ritmo marca a cualquiera
siempre en el mismo puente.




IV 

Tengo tu copa con alas
rebosada de poesía,
cuando pierdo la alegría
tomo la fe que acaudalas.

Enciendo con ironía
el pabellón de mi suerte.
Me desgarra el patria o muerte
que asoló aquella armonía.      

Los testaferros del odio
fueron las huestes vecinas
que apostadas en esquinas
tramaban vil episodio.        
                                                                   
Al cumplir mi sueño errante,
entre muro y patrimonio,
hallé escombros y un demonio
que me hicieron emigrante.




V    

Yo soy el águila herida
que busca quien le consagre,
pues la miel lleva vinagre
hacia el dulzor de la vida.

Mi luz, -escarlata túnica-
ilumina cualquier vía:
fusil y pluma sombría,
fe de acero, triste y única.

Cuba me hirió en el costado.                   
Sangré mil veces su angustia
hasta hallar mi rosa mustia:
esta España la ha secado.

No iré jamás a lo oscuro
a morir entre el espanto.
Con las rimas que ahora canto
ya me maté con cianuro.

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