Ya nadie quema mis
ojos
ni me traslada al
patíbulo
envuelta en bandera
mancillada.
El trino de mi amor
es tan agudo como la
ira
la llaga y la sed de
cualquier condenado.
Es el combate terrible
entre la tinta y mi
sangre.
MDenis®BAJOELCIELODELEXILIO
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