sábado, 27 de noviembre de 2021

14 Y MEDIO: Noticias de Cuba - Crece la sospecha de que el régimen cubano prepara un Mariel en cámara lenta a través de Nicaragua

 

 

Boletín Semanal

26 de noviembre de 2021

El sorpresivo anuncio de Daniel Ortega de eliminar la exigencia de visado para los cubanos ha desatado una tormenta en la que demasiadas partes tienen mucho que decir. Por un lado, los cubanos se han lanzado en masa a la adquisición de un boleto –aún inexistente– para llegar a Managua, y las compañías aéreas se frotan las manos con el negocio a la vista. Por otro, en Florida se ha visto con indignación el movimiento de Ortega, que aumentará el ya ancho caudal migratorio que llega a la frontera de EE UU y que los políticos consideran una medida de presión para frenar las sanciones a Nicaragua. Por último, en silencio permanece el Gobierno cubano, beneficiario último del gesto, que le permite deshacerse de muchos críticos, desencantados y, en general, de población a la que atender en medio de la crisis.

El acoso y la represión por parte de la Seguridad del Estado desde la convocatoria del 15N, finalmente frustrada por el régimen, a los miembros de Archipiélago están complicando la existencia a la plataforma opositora. Las deserciones del grupo y las críticas por la partida de García Aguilera se suman a las huidas de la Isla de quienes no soportan más el asedio y el desencanto porque el cambio que ansían se ve lejos. Daniela Rojo o Leonardo Fernández Otaño anunciaron su retirada del grupo por motivos distintos y otro de sus miembros, que por ahora prefiere mantener su identidad oculta, se irá de Cuba en los próximos días. 

La detención e internamiento en una Escuela de Formación Integral de Reniel Rodríguez, un joven activista de 15 años de Matanzas que participó en las protestas del 15N, ha causado preocupación incluso en Unicef, que reclamó al Gobierno cubano información sobre el caso. El menor fue devuelto a casa después de que cundiera la alarma a través de las redes sociales. Su salida del centro se produjo después de que las autoridades grabaran y publicaran un testimonio en el que su madre garantiza insistentemente que el niño fue muy bien tratado.

Celia Cruz, una de las figuras artísticas proscritas por Fidel Castro en Cuba tras la Revolución, preside ahora la pared del restaurante Antojos, en La Habana Vieja14ymedio visitó este negocio privado en el que la reina de la salsa está flanqueada por los retratos de Benny Moré y Compay Segundo, en tamaño gigante y a todo color mientras sonríe a los comensales bajo el grito que lanzaba en sus actuaciones y que la hizo célebre: ¡Azúcar! Camareros atractivos y precios de escándalo en un lugar llamado a hacer las delicias de los turistas.

La pasada semana, el triunfo de Patria y Vida, el himno de las protestas en Cuba, en los Grammy, provocó malestar en el oficialismo, que consideró una buena idea publicar un artículo criticando el mal gusto y "desenfreno" de los premios estadounidenses a la vez que alababa su acierto al premiar a otros cantantes que el columnista de Granma sí considera buenos representantes de la música nacional.

“El régimen tampoco podrá evitar que el relincho de los caballos encerrados se haga escuchar. Sin respeto a las reglas del juego político, eliminando a sus competidores o impidiéndoles mostrar sus capacidades a los disidentes, solo está invalidando la pista, a los árbitros y a las medallas. Está obligando a todo un pueblo a encontrar otra forma de subir al podio”. El día en que el régimen cubano corrió solo y... no ganó, un texto de Yoani Sánchez sobre la inutilidad de silenciar las críticas al Gobierno.

Reinaldo Escobar analiza el deslucido primer lustro sin Fidel Castro. Aunque sus seguidores se resisten a aceptarlo, el "Máximo Líder" no dejó un legado con soluciones para los problemas que sufren los cubanos. Su testamento político, una pieza de oratoria, carece de sustancia teórica y de sentido práctico (...). Su nuevo apelativo le hace justicia poética. Ahora le decimos La Piedra”.

FOTO DE LA SEMANA. Triste Navidad en Cuba, por Juan Diego Rodríguez. 

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