Emilio Frías, de la agrupación El Niño y la Verdad, pedía este sábado que lo dejaran despedirse de la gente desde el mismo escenario de la Casa de la Música de Centro Habana, donde daba un concierto. Los empleados de seguridad, haciendo caso omiso, pararon la presentación. "¡Que no se les olvide esto!", dijo pocos segundos antes de que los equipos de audio se apagaran y la gente tuviera que retirarse. El artista había anunciado para este mes el lanzamiento de un nuevo tema con el título Cambio. Las autoridades del Gobierno y el Partido en Villa Clara anunciaron el cierre del mítico bar La Marquesina, que será sustituido por un nuevo establecimiento en otra de las esquinas del teatro de La Caridad de Santa Clara, el Marta Café. La reforma responde a una demanda de larga data de los directivos de la sala, cansados de los "indeseables noctámbulos" que pululan en una zona donde convergen la prostitución, las drogas y los adolescentes en busca de un poco de ocio. El cultivo intensivo de la caña de azúcar llevó prosperidad durante años al valle de Camajuaní, en Villa Clara, pero hoy, la mayoría de los centrales que hacían rica la zona están en ruinas. Los trabajadores de la mayoría de los centrales cobran poco y rara vez de manera puntual. Hablamos con algunos de ellos que confirmaron el calamitoso estado de la industria azucarera, a la que ya no salen las cuentas ni para la demanda nacional ni mucho menos para la exportación. "Si hace 14 años comencé mi blog Generación Y con una vieja laptop y, poco después, abrí una cuenta en Twitter a la que enviaba mensajes a ciegas por SMS, no serán estos vaivenes de la conectividad los que me impidan seguir reportando la Cuba profunda. Pero temo que lo que hoy son cortes y caídas en la calidad del servicio para muchos clientes de Etecsa, mañana sean calabozos, golpes y condenas. No se trata de kilobytes sino de libertades". Yoani Sánchez sobre La guerra oculta de Etecsa contra las libertades en Cuba. Yunior García Aguilera reflexiona sobre el referendo del Código de las Familias en Urnas en cautiverio. "Si gana el no, al poder poco le importa. Dirán que se hizo lo que se pudo, que no quedó por ellos. Acusarán a la oposición de ser retrógrada, de extrema derecha, fascista, ultraconservadora. Y los derechos serán nuevamente postergados. En caso de que gane el sí, el régimen pregonará que esa respuesta significa un apoyo total a la Revolución y al Partido". |
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