Justo un año después de su inauguración, el 25 de noviembre de 2021, el Centro Fidel Castro Ruz, dedicado a la vida y obra del hacedor de la Revolución cubana, no logra despertar gran interés. El lujoso museo, construido con dinero, entre otros, de Arabia Saudita y situado en El Vedado habanero, ha recibido hasta ahora unos 77.000 visitantes, una media de 219 diarios, según su propia web. Son muy pocos comparados, por ejemplo, con los que se acercaron a su tumba, la gigantesca piedra en el cementerio de Santa Ifigenia en Santiago de Cuba, 150.000 en los dos primeros meses de tener depositadas sus cenizas, o con los visitantes del Mausoleo del Che Guevara, más de 2.000 al día desde en sus primeros 20 años.
Sin la ayuda de organizaciones de caridad y de donantes privados, los reclusos estarían al borde de la inanición. Es lo que asevera Jonatan López, cuñado del preso político Andy García Lorenzo y quien propuso la creación de los Fondos para las Víctimas del Comunismo. En declaraciones a 14ymedio, el joven explica cómo la iniciativa reúne dinero para que las familias puedan aportarles a los prisioneros comida, artículos de aseo y todo lo básico que necesiten, pues, dice, reciben del Estado el mínimo vital para sobrevivir. Nacido en Santiago de Cuba, en una próspera familia de comerciantes, Felipe Valls tuvo que empezar de cero en 1960 en Miami, adonde emigró con 27 años, una mujer embarazada y dos hijos, después de que la Revolución expropiara todos sus negocios. En EE UU, no solo abrió más de 20 restaurantes y la franquicia La Carreta –el mismo nombre que uno de los establecimientos que el régimen le confiscó en La Habana y llevó a la quiebra tras décadas de deterioro–, sino que fue el fundador del restaurante Versailles, uno de los centros neurálgicos del exilio en Miami. El empresario falleció el pasado sábado a los 89 años. Las elecciones municipales del pasado 27 de noviembre marcaron un récord de abstención en Cuba. Un 31,42% de con derecho a voto no acudió a las urnas y, sumados a los que votaron en blanco o nulo, superan el 42%, según los datos definitivos del Consejo Electoral Nacional. El cambio comparado con los anteriores comicios del mismo tipo, en 2017, es dramático: en aquella ocasión, en la primera vuelta, el 89,02% del censo acudió a votar y el 91,79% de las boletas fueron válidas. Este 1 de diciembre entró en vigor el nuevo Código Penal, que puede conllevar largas condenas de cárcel para quien "se aparte un milímetro de lo que le conviene al Gobierno o al Partido Comunista". Sobre él, Reinaldo Escobar reflexiona: "Las apuestas sobre lo que va a pasar con la nueva normativa se mueven entre dos opciones: la dictadura va a penalizar severamente toda discrepancia; o, simplemente, calcula que el gélido aliento de una terrible amenaza será suficiente para neutralizar a los opositores, reducirlos al silencio o incitarlos a la moderación. Lo sabremos pronto". |
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