Un multitudinario encuentro evangélico se celebró el pasado fin de semana en un pequeño poblado de Camagüey, con la presencia de al menos 10.000 personas, según los organizadores, y un pastor ruso de identidad desconocida. "¿Una tarima así sin el apoyo del Estado", se preguntaban algunos en redes. Las dudas continúan en torno a un evento que confirma la errática política del Gobierno en lo que a las relaciones con las iglesias se refiere. Una fila de taxis y viejos autos descapotables llenaba hace unos años la explanada frente a la torre de la Plaza de la Revolución, pero la caída de turistas ha hecho caer también las visitas al que una vez fue el punto neurálgico del poder político en esta Isla. El Memorial José Martí, vacío y deslavazado, asegura una visita, por 150 pesos, en la que Fidel Castro adquiere más protagonismo que el propio homenajeado. Algunos de los protagonistas de las más rancias revistas de sociedad española se dieron cita en la Isla la pasada semana para un lujoso enlace en medio de la peor crisis en décadas. El evento ha puesto en primera línea a la marca gallega Vima, cuyo fundador es el padre del novio y que lleva más de 30 años vendiendo productos de baja calidad y altos precios a los cubanos. Repasamos la historia de la empresa y las peripecias de Víctor Moro Suárez que, entre otros avatares, apareció en los Papeles de Panamá. Yoani Sánchez aborda en Generación Y la publicación de una lista de cubanos exiliados a los que el régimen considera terroristas, así como las presuntas pruebas de esos hechos. "Los más recientes delirios persecutorios y de invasión que han difundido los propagandistas oficiales muestran un nivel de desespero muy elevado. Han perdido cualquier ápice de objetividad, si es que alguna vez la tuvieron, para terminar en lo absolutamente grotesco. Así, con esas caricaturas de presuntos malvados y agresiones, no hay quien se crea nada". Yunior García Aguilera compara en su columna de esta semana los discursos de Alexis Triana, director del Icaic, y el cineasta Ernesto Daranas, ambos durante las palabras inaugurales del Festival de Cine de La Habana. Mientras el primero condenó públicamente la exclusión y la censura, esos "grandes estigmas de la cultura y la sociedad cubana en general" en la presentación de su largometraje Landrián; al segundo lo considera "un fumigador que viene a limpiar de 'vectores' al desobediente gremio y a llenar de humo las salas de cine". |
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