A MANERA DE PRÓLOGO
Dos
poetas que comparten apellido y sangre:
Marlene
Denis Valle
Aymara
Hernández Denis
Dos
orillas:
España y Los Estados Unidos de América
Y
en el medio, la Patria que duele:
Cuba
Después de 25 años de ausencia, mi prima Aymara me encontró en las redes sociales.
¡Benditas redes!
En silencio, volvieron a mi memoria los recuerdos de la casa de la abuela paterna, en Centro Habana, donde algunas veces coincidíamos y hablábamos de lo que solemos hablar los cubanos en familia, con una taza de café de por medio, pero siempre poniendo el colofón de la literatura y después, un beso y hasta la próxima.
Luego, no volvimos a vernos. Creo que, con las prisas, ni siquiera me despedí porque, a decir verdad, las despedidas no son mi fuerte.
Llegó un avión a buscarme y nunca regresé ni mantuvimos comunicación más allá de la que el espíritu, a veces, evoca. Hasta que ¡por fin!, entre poema y poema por las redes, ella me encontró.
Decidimos, en mano a mano, elaborar el libro de poesía que aquí presento en consonancia con la intertextualidad, esa que nos fue arrebatada por la distancia y el tiempo, recuperada en significativos versos que quedarán custodiados por la nube hasta su verdadero fin, que aún no conocemos.
Son identificados estos poemas en nones y pares. Los nones corresponden a quien escribe estas líneas y los pares, a Aymara.
Sin más, quedo agradecida por su infinita
paciencia y compañía, por la admiración y amor que mutuamente nos profesamos y,
también, queda nuestra gratitud hacia ustedes, amables lectores,
Marlene
Denis
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