sábado, 28 de junio de 2025

SOBRE "EL RETRATO DE DORIAN GRAY"

Vista creada con IA: 

En "El retrato de Dorian Gray", es el personaje de Dorian Gray quien se mira en el espejo, o más bien, en su retrato, y esa imagen lo lleva a desear la eterna juventud, deseando que su belleza física permanezca inalterada mientras el retrato envejece y refleja sus pecados. 

En la novela de Oscar Wilde, el retrato pintado por Basil Hallward se convierte en un espejo mágico de la vida moral de Dorian. Dorian, al verse en el retrato, queda cautivado por su propia belleza y desea que esa belleza nunca se desvanezca. Esta obsesión lo lleva a una vida de excesos y placeres, mientras que el retrato, oculto en una habitación, asume la carga de todas sus acciones corruptas y envejecimiento. 

El retrato se convierte en un símbolo de la dualidad entre la apariencia y la realidad, la belleza y la moralidad. Mientras Dorian permanece joven y bello en apariencia, su retrato se deteriora, mostrando la verdadera naturaleza de su alma corrompida. Al final, cuando Dorian intenta destruir el retrato, se destruye a sí mismo, revelando que la belleza exterior no puede ocultar la corrupción interna. 

En resumen, el espejo en la novela es el retrato, y es Dorian quien se mira en él, experimentando un deseo narcisista que lo lleva a una espiral descendente de decadencia moral y, finalmente, a su propia destrucción. 



 

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