Un nuevo comercio se ha sumado a la fiebre de la dolarización en Cuba: un Supermix Market en los bajos del emblemático edificio Focsa de La Habana. El supermercado, perteneciente a la corporación Cimex de Gaesa, está asociado con la empresa de capital español Ipsa, creada en Panamá en 1997 y que presume en sus redes de "posicionarse como una de las importadoras de alimentos y bebidas de calidad más respetadas y notables de la Isla".
México está sustituyendo a Venezuela en el papel de proveedora de petróleo a la Isla. En un solo mes, entre mayo y junio, Pemex rompió los récords, y realizó 39 operaciones de exportación con destino a puertos cubanos, que incluyeron 10,2 millones de barriles de crudo y 132,5 millones de litros de productos refinados, todo valorado en 850 millones de dólares. La prensa mexicana dio cuenta del escándalo el pasado fin de semana, mientras en Cuba continúan los apagones. El judoca cubano Jonathan Delgado aprovechó el pasado viernes un descuido en los Juegos Panamericanos Junior de Paraguay 2025 para fugarse. Se trata del quinto atleta en desertar de la delegación nacional, tras sus compañeros de equipo Robert Landy Fernández, Félix Puente Batista y Keiler Ávila Núñez y la balonmanista Suannet de la Caridad Nápoles.
"En esta novela satírica no caben prólogos neutralizadores. Los cerdos que cambian las reglas y se convierten en nuevos amos resultan imposibles de reinterpretar sin que salte a la vista el paralelismo con Fidel y Raúl Castro, Miguel Díaz-Canel o Manuel Marrero Cruz. Por eso el Estado se atreve a gestionar la lectura de 1984, pero teme perder el control con Rebelión en la granja, cuyo simbolismo desnuda la lógica del poder cubano sin margen para el maquillaje ideológico", Yunior García Aguilera, acerca de la prohibición en la Isla de la novela alegórica de George Orwell, un libro que está cumpliendo 80 años. Xavier Carbonell escribe sobre la charada y su misterioso chino: "La arremetida del poder contra el juego ha sido histórica en Cuba. Un exaltado cronista social lo calificó de 'aritmopatología', pues los cubanos se lo habían contagiado a los brasileños, mexicanos y puertorriqueños. A imitación de los comunistas chinos –que quisieron borrar la lotería y ahora experimenta un gran resurgimiento–, Castro prohibió la bolita. Su mística prevaleció". |
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