sábado, 31 de marzo de 2012

XXXIX


Nunca está de más un acto salvaje, un mercader para los versos que oprimen el estado erótico de la garganta.  No es lo mismo decir erótico que errático.  Cara o cruz…  No espero otro rincón para la náusea.  Vine a pronunciar un discurso en  nombre del rebaño: extraña multitud de cieguecitos. Es mejor ser el loco.  He dejado la piel sobre la mesa y comparto la sonrisa como buen soldado…  Respira mi rabia, mi oxígeno, mi paz…  aún después de la ausente tentativa de hacer el amor en las alturas.  Quién mirará mis venas enlazadas a la aurora…  Otro día.  Otro planeta.  Otra gestión de bienes comunales…  Detrás de cada hombre viene el cuchillo.

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