QUIZÁS MAÑANA
a T. F.
Alguien canta
“dame la mano y danzaremos”
y pienso en mi
destierro
cuando aspiro a
mejor suicidio en las orquídeas.
Tengo un asno
danzarín en mi bitácora
para aumentar la
dosis de lujuria
aunque me rompa en los espejos.
Ya me desbordo en
la mordida
sin conquistar
nuevas palabras:
DERECHO DE AUTOR SUJETO CON ALFILERES
La bella época
sufre síndrome episcopal
-llega Juan Pablo-
Alguien canta.
Me salva de la
tribulación
de arrancarme
las manos
y sembrarlas en
alguna plaza
de orgasmos y
metamorfosis.
Estoy amando al
ciento por ciento
pero no tengo
lugar
-ni un pedacito-
para poner
tanta locura.
La confusión redobla
sus campanas
mientras alisto las maletas.
¡Que
alguien siga cantando!
¡Que no espere por mí!
¡Que
avance
aunque la distancia se vista de nieve!
Ya ha puesto una
estrella en mis labios.
1998
Qué bien, amiga! Te felicito.
ResponderEliminarBeso