X
Federico,
de arcilla me he puesto las dos alas
para
fundir mi cráneo con la vid que señalas
sobre
la piel del aura, donde brillan los muertos
que
muestran el camino y nos mantienen despiertos
Despiertos
vibran, en su marcha, nuestros anhelos:
bandera
tricolor, herencia de los abuelos
que
regaron tus vestidos ante la muralla
donde
buitres siniestros dispararon metralla
Metralla
es en estas grietas la sed del helecho,
el
sofoco que mantiene viva la templanza
y el
tormento infinito que sacude mi lecho
Lecho
de espiga que a la pena otorga el derecho
de
hacer brotar la flor entre Dios y la esperanza
¡Ya
viene el poeta con dos tiros en el pecho!
(Publicado en A PESAR DE LA SEQUÍA)
Encuentro de mucho valer el poema y su decir, amiga.
ResponderEliminarBeso