martes, 9 de diciembre de 2014

La Habana




AMARGO CÁLIZ

si algo rompió
fue la gota de agua en el arrecife
la lágrima en el suspiro.
esta suavidad de ninfa es el agravio a mi intolerancia.
el destino agita las murallas
    que separan los sueños del hogar.
el cielo echa raíces sobre el credo nauseabundo:
¡estrellas trashumantes!
pagué mis cuaresmas sobre una isla que se llama Amor
y con mi lengua
      el silencio de mi amadísima Habana
pero alguien va a besarme ahora.
he muerto clavándome espinas.
¡no me esperen!
fui al mar como hacen los tristes
y este es el poema que debo a la memoria.


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