No deseo
transgredir como Carilda
¡de verdad,
eso no quiero!
pero cuando
veo tu boca almibarada
no puedo
evitar prender el fuego.
En las noches
de invierno -cuando llegan-
nuestro hogar
se muestra tan sencillo
que se llena
con todas las estrellas
y tus besos
lo mantienen encendido.
No quisiera
desenfrenarme como ella
mas cuando
rozas mi vientre con tu pelo
resucita en
mi piel la adolescencia
y entre tus
brazos, amor, me desordeno.
MDenis©2017
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