El período coyuntural, como han decidido llamar las autoridades a la nueva crisis que vive Cuba por la falta de combustible, repercute ya en la maquinaria propagandística que mantiene el Gobierno desde hace décadas. La prensa oficial se ha resentido por la dificultad de desplazar a sus trabajadores a cubrir noticias y las vallas antiimperialistas se renuevan con menos frecuencia de lo habitual y lucen descoloridas.
EcoFinca, un proyecto liderado por Ana Rosa Cardoso Gómez en Santa Clara, lleva años obteniendo agua purificada de sus pozos mediante la técnica de ósmosis inversa. Su idea era comercializarla al público y distribuirla gratis a los enfermos con afecciones hepáticas u oncológicas, pero se topó con las autoridades, que le impiden realizar esta tarea al considerar que el agua es un derecho que debe garantizar el Estado.
Yunier García Duarte, el polizón cubano que llegó a Florida en la bodega de un avión, salió en libertad después de que un juez de inmigración le concediera asilo político. El joven ha afirmado que su intención ahora es salir adelante en Estados Unidos y aprender a hablar inglés.
Una enfermera cubana que trabajó en el Centre Hospitalier des Spécialités de Nouadhibou, en Mauritania, denuncia en una carta a 14ymedio las pésimas condiciones de trabajo que afronta el equipo de 60 colaboradores cubanos y pide mantener el anonimato "por razones obvias". En su escrito, además de repasar las penosas condiciones económicas, indica que trabajan en turnos de 24 horas y que la jefa es déspota y temida, y nunca defiende a los sanitarios.
La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) escuchó a varios activistas, radicados dentro y fuera de la Isla, que denunciaron las graves violaciones a la libertad de prensa y expresión. Sin embargo, el Estado cubano no acudió, siguiendo la mecánica de estas audiencias, para responder a las acusaciones ni acatará, previsiblemente, las recomendaciones realizadas por el organismo.
Miguel H. Otero analiza el diálogo de Barbados como mecanismo fallido en el caso venezolano. "Hay una confianza en la herramienta del diálogo, indispensable en el pensamiento democrático, que ha terminado por beneficiar a Maduro. Es un paradigma mental tan poderoso -semejante a una idea fija- que a muchos les cuesta aceptar que hay casos en los que esa herramienta, que ha sido eficaz o útil en alguna medida, simplemente no funciona. No sirve. Es inadecuada, sobre todo, porque se usa a favor de un poder que es ilegítimo, ilegal, fraudulento y esencialmente antidemocrático ".
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