lunes, 25 de mayo de 2015

HABLAR ES UN PECADO INMENSO

Hoy es un día cualquiera
salvo que Mambrú se va a la guerra
                                         como tantas veces
con la incertidumbre de los cadáveres que cuelgan de sus ojos.
Nada retiene el grito.
Sobran quimeras
y mucha humedad en los pastizales de la memoria.
Son tiempos de ensañamiento
de brutal tentación en el genital de la esperanza
                                     que corroe nuestro mendrugo
                                               y ensaliva los bronces de la equidad.
Mambrú se va a la guerra de sus hormigas
como tatarabuelo en la halitosis del olivar  que bosteza
                                          entre las nieves ocultas de una bala.
Ya no hay frío ni calor filtrados en la mejilla
ni rinocerontes o calibres de olvido.
Mambrú no sabe de portaviones ni violoncelos.
Ignora que estoy hundida en la oratoria
que sigo fuera de la ley.                             

                                                                 

4 comentarios:

  1. Muy bien me resulta el poema, amiga. Muy bien!

    Beso

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  2. Me alegra que te guste, amigo.
    Abrazos

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  3. Bonito poema sobre las pasiones humanas y sus trágicas consecuencias.
    Hola Marlene espero que podamos ser amigas, aún en la distancia, a traves de nuestros poemas y relatos que para mí es la mejor forma de conocer a las personas.
    Te seguiré atentamente. Un fuerte abrazo.

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  4. Un placer tenerte por acá, Manuela. Nos seguiremos viendo.
    Abrazos.

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