Hoy es un día
cualquiera
salvo que Mambrú
se va a la guerra
como
tantas veces
con la
incertidumbre de los cadáveres que cuelgan de sus ojos.
Nada retiene el
grito.
Sobran quimeras
y mucha humedad
en los pastizales de la memoria.
Son tiempos de
ensañamiento
de brutal
tentación en el genital de la esperanza
que corroe
nuestro mendrugo
y ensaliva los bronces de la equidad.
Mambrú se va a la
guerra de sus hormigas
como tatarabuelo
en la halitosis del olivar que bosteza
entre
las nieves ocultas de una bala.
Ya no hay frío ni
calor filtrados en la mejilla
ni rinocerontes o
calibres de olvido.
Mambrú no sabe de
portaviones ni violoncelos.
Ignora que estoy
hundida en la oratoria
que sigo fuera de
la ley.
Muy bien me resulta el poema, amiga. Muy bien!
ResponderEliminarBeso
Me alegra que te guste, amigo.
ResponderEliminarAbrazos
Bonito poema sobre las pasiones humanas y sus trágicas consecuencias.
ResponderEliminarHola Marlene espero que podamos ser amigas, aún en la distancia, a traves de nuestros poemas y relatos que para mí es la mejor forma de conocer a las personas.
Te seguiré atentamente. Un fuerte abrazo.
Un placer tenerte por acá, Manuela. Nos seguiremos viendo.
ResponderEliminarAbrazos.